martes, 15 de mayo de 2007

Zuliana Araya Gutiérrez

Presidenta de las trabajadoras sexuales transgéneros de Valparaíso:

“A los imputados los hacen pasar por locos y al transgénero nunca le dan la razón

En los últimos siete meses han sido asesinadas dos trabajadoras sexuales de su sindicato y otra resultó herida de bala, sin embargo, la dirigente de las transgéneros porteñas le resta importancia a los hechos argumentando que son casos aislados que no corresponden a discriminación.

“Soy transgénero y la boca te queda ahí mismo”, me dice áspera Zuliana Araya, presidenta del Sindicato Afrodita, agrupación de trabajadoras sexuales transgéneros de la Región de Valparaíso. Parte al tiro aclarándome que ella no es ni travesti ni transexual. “Travestis son las que hacen shows y transexuales las que se operan, pero yo no me quiero cortar nada, estoy bien así”, se define tajante.
Igual de drástica ha sido la vida de esta mujer desde que a los trece años se fue de su casa. “Me gustaba la calle”, explica Zuliana, “me arrancaba del colegio donde estuve internada porque ni ahí ni en mi casa me comprendían, tenían un rechazo. Es que éramos nueve hermanos y no había cariño para una. Y en el internado conocí a otras niñas como yo”.
Cuenta que en esa casa lo pasó muy mal y presenció desde golpizas hasta violaciones de los niños mayores. “Por eso yo me arrancaba, y en la calle me empecé a maquillar y a vestirme de mujer. A esa edad una tenía dos o tres clientes por noche”, confidencia.
Actualmente, con 42 años, Zuliana ya no tiene tanta clientela y muchas veces debe enfrentar violencia en la calles.

En el último año han asesinado a dos trabajadoras sexuales transgénero y también está el caso de una herida por bala, ¿qué es lo que está pasando?
-No sabemos muy bien qué habrá pasado en el último asesinato pero lo que me han contado es que el hombre que mató a Moria estaba metido en la droga, estaba angustiado como se dice y como ella siempre pasaba por esa calle para tomar el colectivo, creemos que la quiso asaltar pensando que iba con mucha plata. En realidad esto fue más como un asalto que un caso de discriminación propiamente tal.
En el caso de Grace, no sabemos si fue un cliente medio loco que a lo mejor fue con ella y después se arrepintió. Ella se arrancó del hospital porque parece que se pasó películas y pensó que iba a ir para allá a matarla. Ahora está escondida y no sabría decirle donde está exactamente pero ella no es de acá.

¿Ha existido alguna resolución a favor de las víctimas por parte de la justicia en estos casos?
-Mire, la verdad de las cosas es que (los imputados) caen detenidos pero al poco tiempo ya salen libres. Estamos muy disconformes con la nueva justicia. A los imputados los hacen pasar por locos y al transgénero nunca le dan la razón. En cambio, cuando una de nosotras mata a alguien, no pasa eso. Todavía tenemos a una compañera en la cárcel por matar a un hombre con trago en defensa propia. Ahora al que mató a Moria lo tienen detenido 90 días mientras se resuelve, pero no sabemos en qué irá a terminar eso.

¿Cuál es la ayuda que han recibido del gobierno?
-No hemos tenido mucho apoyo del alcalde Aldo Cornejo, pero ahora que queremos arreglar la sede de nuestra organización vamos a ver si nos responde, porque tenemos muchas ideas para trabajar en ella. Es que tenemos muchos problemas de techumbre y de cañerías. Ahora el 19 de abril tenemos elección de directiva y apenas tengamos nueva presidenta vamos a ponernos firme en la demanda de ayuda. Hemos pensado en poner una microempresa de amasandería, para ofrecer sándwich al paso, como ahí cerca hay muchos estudiantes. Todos estos esfuerzos serían más que nada para ayudar a las transgéneros mayores que todavía trabajan en la calle pero ganan cada vez menos. Pero les cuesta más salir, estar paradas toda la noche a veces, las enfermedades que están a la orden del día, aunque siempre les salta alguna liebre, usted sabe, en la noche todos los gatos son negros.

¿Estarían dispuestas a dejar la calle si en este proyecto les va bien?
-La mayoría piensa que sí. Si nos va muy bien podría ser, pero esto está pensado más para las trabajadoras mayores, para ayudarlas a ellas, que ya les cuesta más ganar dinero por sus propios medios.

¿Cómo sienten que las tratan los medios de comunicación?
-La prensa escrita muy bien, sobre todo La Estrella y El Mercurio de Valparaíso, gracias a estos diarios nosotras hemos sido reconocidas en la región. Ahora, de la televisión no hemos tenido mucha cobertura, a no ser por las ramadas en septiembre. Siempre van a filmarnos para las fiestas patrias, es que nosotras fuimos las primeras en abrirnos a la gente hace cuatro años.

¿Ha notado algún cambio de la población con respecto a ustedes, en cómo las tratan?
-La gente ha cambiado mucho, ahora está más liberal, conversa con una, ya no está tan homofóbica. Por lo menos ya no se dan vuelta a mirarte ni te gritan cosas. Ahora también uno puede ir al registro civil pintá y con el pelo largo. Eso antes no se podía, uno tenía que ir con el pelo corto o si no no te daban el carnet. En los hospitales ahora no te llaman por tu nombre de hombre, te llaman por el nombre artístico, digamos. Ahora hasta se terminaron los ataques neonazis, gracias a Dios. Ellos mismos se dieron cuenta que no correspondía porque antes no los condenaban pero ahora sí, pueden ir presos por esas actitudes. Sobre todo porque estaban atacando a cualquier persona, a los escolares a las salidas de las discos por ejemplo.

¿Y qué piensan sobre la creación de un barrio rojo?
-No, si yo empecé con esa idea acá, porque pensábamos que íbamos a estar más tranquilas, con más protección de los policías pero después nos dimos cuenta que en realidad no iba a servir porque el cliente busca privacidad y el tener un sector específico iba a atraer periodistas que podían identificar a nuestros clientes, como algunos son personas públicas. Ellos mismos nos conversaron esto. Mejor así como estamos ahora, trabajamos súper bien y ya no hay escándalos como antes.

¿Qué le parece el matrimonio homosexual y la adopción de hijos por ellos?
-Por la Iglesia no, eso lo encuentro una falta de respeto a Dios. Por el Civil sí y en privado. La adopción no. Es que no me parece que un niño le haga bien tener dos papás. Quizás si adoptan niños más grandes que ya puedan entender mejor, pero un niño pequeño, ¿cómo les va a decir? ¿mamá o papá? Ahora, si es un hombre y una transgénero me parece más factible. Ahí sí estaría más de acuerdo.

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