miércoles, 1 de agosto de 2007

José Andrés González Neira

ACLARACIÓN: Esta entrevista fue hecha a principios de julio para un examen. Jamás el irresponsable profesor del ramo me dio una nota ni correcciones, por lo que la subo tal cual.

Presidente de la Junta de Vecinos de Cordillera Bajo:
“La Reforma Procesal Penal no sirve para frenar la delincuencia”
Un ascensor que no funciona desde hace cinco meses, un museo patrimonio histórico que se iba a convertir en centro de eventos, cámaras de vigilancia apagadas en las noches y leyes deficientes para contrarrestar la delincuencia han reactivado la organización de los vecinos de la parte más turística del Cerro Cordillera de Valparaíso.

La madrugada del 3 de febrero los habitantes del Cerro Cordillera de Valparaíso despertaron con un fuerte estruendo y con una gran sacudida de sus casas que los hizo saltar de las camas para saber qué era lo que estaba pasando. Se encontraron con el gigantesco incendio de la calle Serrano a pocos metros cerro abajo, que dejó cuatro muertos y una gran cobertura periodística. Pero al otro día y los días que le siguieron, algo más que las casas, que dejaron un enorme hoyo en el plan, los vecinos empezaron a extrañar: el Ascensor Cordillera, que desde 1887 les ayuda a evitar una “escalera de la muerte”, como la apodan, no estaba funcionando.
Para el cierre existen varias versiones. La Compañía de Ascensores Mecánicos de Valparaíso, a quien además pertenece el Ascensor Concepción y que también está implicado en una polémica con sus usuarios por el alto costo de su tarifa, primero fundamentó que había resultado damnificada por la explosión, pero más tarde cambió esta explicación expresando que el motor estaba dañado por las lluvias por lo que había sido enviado a reparaciones.
Tras los reclamos de los vecinos para que la Municipalidad de Valparaíso tomara cartas en el asunto, las autoridades manifestaron que le habían pedido a la compañía “estudios de factibilidad del suelo” para su reapertura como “medida de prevención en
beneficio de los vecinos”.
Este, entre otros factores, primaron para que los habitantes del sector despertaran de otro sueño, uno más profundo y que los tenía casi cuatro años sin presidente en la Unidad Vecinal N°79. “Las principales razones para que volviéramos a organizarnos fueron que estábamos en tierra de nadie y no teníamos ningún respaldo para solucionar nuestros problemas”, explica Andrés González Neira, el nuevo presidente elegido el 5 de junio.
Su sector comprende, si una persona sube a pie desde la plaza Echaurren, la subida Castillo hasta la calle Cánovas, a su izquierda una rasante hasta Tomás Ramos y por la derecha un corte hasta la calle Clave.

¿Usted piensa que el cierre del ascensor fue la razón para que se interesara más gente en reactivar la Junta?

Fue uno de los gatillantes, es verdad, pero también existen otros temas como el uso del Museo Lord Cochrane, la delincuencia y la basura que también tienen muy aburridos a nuestros vecinos.

Salió una información hace unos días que el Museo Lord Cochrane fue entregado a la municipalidad por el Ministerio de Bienes Nacionales, ¿Qué pasa con el museo ahora?

Descubrimos que la municipalidad iba a transformar el Museo Lord Cochrane en un Centro de Eventos y mediante la gestión de la Junta logramos que eso se parara.
¿Cómo lo lograron?

Nosotros queríamos saber a quién le pertenecía el comodato y para saberlo nos dirigimos al Ministerio de Cultura. Nosotros sabíamos por nuestra cuenta, por rumores, que la concesión del museo consistía en diez años prorrogables a cincuenta y con una administración de cinco y así se lo manifestamos a ellos. Nos dijeron que averiguarían y nos dirían a la brevedad quién tenía la concesión. Esperamos y nos dijeron que el comodato había sido entregado a la Armada.
¿Y qué dijo la Armada?
Les preguntamos y ellos desmintieron esa información. Volvimos a juntarnos con encargados del Ministerio y se disculparon diciendo que se habían equivocado y que el comodato pertenecía a Bienes Nacionales. A los pocos días salió el alcalde Cornejo dando una conferencia diciendo que Bienes Nacionales les había entregado el Museo. Es decir, que si nosotros no hubiésemos preguntado, nadie habría dicho nada y es muy posible que el lugar hubiera sido convertido en lo que ellos querían. Después vino la ministra Urrutia a explicarnos que se habían aprobado fondos que serían destinados para recuperar el museo.

Pasemos a otros temas que los tienen cansados, ¿Qué problemas de delincuencia tienen?

Todas las noches tenemos que pasar por plaza Echaurren para llegar a nuestras casas y eso está igual que el Bronx en Nueva York. Las personas hacen fogatas, ni siquiera en un tambor, sino que para más remate en el suelo. O sea, está bien que se protejan del frío, pero se están protegiendo del frío para vender drogas a los jóvenes cuando salen de los pubs. Además, en las noches las cámaras de vigilancia están apagadas y no sirven de nada así.

¿Y les han manifestado a Carabineros y autoridades municipales estas inquietudes?

Sí, pero ellos se excusan en que no pueden allanar las casas sin orden judicial y nosotros no creemos que sea así, pensamos que sí pueden. Pero este es un asunto más grande de país, en que existe una Reforma Procesal Penal que no sirve para frenar la delincuencia porque a los carabineros se les pide ser testigos, lo que los obliga a hacer muchos trámites y perder tiempo que podrían estar con sus familias.

¿Qué es lo que proponen?

Lo que nosotros queremos es un retén móvil y dos cámaras de vigilancia. Sabemos que pronto pondrán una, porque corresponde una por cerro según los objetivos que se han planificado en Valparaíso. También queremos tener permiso para una feria de artesanías en la Plaza Eleuterio Ramírez para generar movimiento de turistas y que los carabineros se paseen en motos para que los delincuentes se vayan de acá. También estamos peleando la cancha Merlet para que no la conviertan en estacionamientos.

¿Por qué la van a convertir?

Es que detrás del Museo existen dos edificios de departamentos que no tienen estacionamientos, pero nosotros pensamos que no porque los arquitectos de esos edificios no hayan planificado que todas esas personas iban a necesitar un lugar donde dejar sus autos, los niños que juegan en esa cancha deben asumir los costos de esa mala gestión. Vamos a ver qué es lo que ocurre.

ACTUALIZACIÓN:
Desde mediados del mes de julio el ascensor Cordillera retomó sus funciones. Afortunadamente mantuvo su precio en $200, pero el horario de atención es irregular e inútil para estudiantes y trabajadores del Cerro.
En el Museo aún no se vislumbran cambios ni inyecciones de fondos.